domingo, 23 de noviembre de 2008

El aspecto importa, pero ¿tanto?


Recientemente en el Congreso de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria se presentó un trabajo de investigación coordinado por profesionales de un Centro de Salud de Almería donde se constataba que hasta el 73% de los adolescentes no están contentos con su aspecto físico. Es decir, que tres de cada cuatro adolescentes no están contentos con su aspecto físico.

Esto lejos de analizarlo, y criticarlo como una frivolidad, como podría "pedir el cuerpo", apunta a que cada vez los ciudadanos les damos más importancia a la imagen. Ese hecho se constata también por el incremento en la demanda de las técnicas médicas que están más relacionadas con la imágen, nos tratamos los cabellos, utilizamos productos de farmacia y parafarmacia destinados a la estética, hablamos de la estética dental dentro de la oferta de servicios de las clínicas dentales (blanqueamiento dental entre otros), cirugía estética y otros.

Esto se convierte en un verdadero problema de salud cuando esta visión de nosotros mismos llega a afectar a nuestra salud mental, generándonos retraimiento, pérdida de las relaciones sociales, obsesión con determinadas partes de nuestro cuerpo o se traslada a trastornos en la conductas alimentarias (anorexia o bulimia).

Pero ya hay también afectación de la salud ante la toma de decisiones para acudir a "productos milagro" para adelgazar, obtener modificaciones de nuestra figura. Una de las técnicas a las que se recurre para la desaparición de las arrugas en la piel es las inyecciones con toxina botulínica, lo que se persigue es que inyectando toxina botulínica es que modificando y paralizando una parte de la musculatura alrederor de la arruga se cambien las líneas de expresión y desaparezcan las arrugas de esta forma. Pero además, de un tiempo a esta parte, se recurre a estas técnicas con precios muy baratos donde existen dudas de la calidad en la aplicación.

Siempre debemos utilizar estas técnicas cuando estén prescritas por profesionales con la titulación requerida y se realicen en entornos de calidad y autorizados para ello. Ante cualquier duda debemos solicitar la documentación del profesional que nos atiende.

Pero es que además en internet en la actualidad puede accederse a lo que se conoce como Botox Coreano o Neuronox, ante esto la Sociedad Española de Medicina Estética advierte que estos productos tienen una duración muy inferior en su efecto que la toxina botulínica y además se corre el riesgo de diseminarse por el organismo y que tenga mayor número de efectos adversos.

Por todo ello, siempre debemos recurrir a centros sanitarios autorizados y con profesionales preparados.

José María Vergeles Blanca

Médico de Familia

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