viernes, 31 de octubre de 2008

La salud en un país desarrollado


Vivimos en un país desarrollado, pero además desde hace años, se ha instalado un consumismo consecuencia de una orientación mal entendida de un capitalismo. Esta crisis supone un antes y después en la economía, y seguro que el futuro será diferente. Pero esto último es un análisis diferente y objeto de una reflexión distinta.

Lo cierto es que la población se ha acostumbrado a vivir en un mundo donde prácticamente todo está al alcance de la mano y si no es así no se entiende. Y esto se aplica a todas las cosas que rodean nuestra vida, alimentación, servicios,...

Los estilos de vida en un contexto social como el que hemos descrito es difícil que se ajusten al concepto de saludable. Así comemos más de lo que habitualmente necesitamos y gastamos menos de lo que deberíamos gastar. Esto lleva a que alrededor del 50% de nuestra población esté en franco sobrepeso. El sobrepeso produce una serie de enfermedades que son un exceso de "grasas en la sangre", entre ellas se encuentran el colesterol o los triglicéridos. Pero también una tendencia clara a que se produzca una intolerancia a los azúcares, que con el tiempo desemboca en una diabetes del adulto o diabetes tipo 2. Pero además se produce un aumento de la "tensión" arterial.

Esta asociación de factores es un riesgo para sufrir lo que se denominan enfermedades cardiovasculares, es decir un estrechamiento y endurecimiento de los vasos que conducen la sangre y como consecuencia una obstrucción del flujo de sangre a órganos muy importantes como son el cerebro o el corazón.

Esta es una de las características de nuestra sociedad, ante una vida llena de abundancia y sedentarismo llegamos a consecuencias para nuestra salud.

Pero otro de los aspectos que marcan nuestras vidas es la rapidez en vivir la vida, el estrés, las prisas...hay que hacerlo todo y ahora. No nos paramos a pensar. Algunas aficiones se han convertido en metas, el turismo se ha convertido en verdaderos "safaris" fotográficos donde más se vea en menos tiempo mejor, la lectura ha alcanzado cifras impresionantes en tiempo muy corto y tantos otros ejemplos.

Toda esta prisa nos introduce en un mundo de mucha ansiedad que se traduce además en problemas de salud mental.

Las enfermedades cardiovasculares y las de salud mental son claramente las enfermedades de un mundo desarrollado, pero mal desarrollado.

José María Vergeles Blanca

Médico de Familia

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