lunes, 13 de octubre de 2008

Dicen que el sistema sanitario de Estados Unidos está en crisis


Hace algunas semanas que nuestros medios de comunicación está impregnados por dos temas, el primero sin lugar a dudas la crisis económica mundial, el segundo la campaña electoral que libran Obama y McCain.

Hace días algunos diarios comentaban que la sanidad era uno de los caballos de batalla de esta campaña electoral, apuntando que ya que parecía que el sistema sanitario estadounidense estaba en crisis. Yo no sé si está en crisis, pero lo que está claro es que no da respuesta a los ciudadanos y a sus problemas de salud. Pero además no es algo nuevo, si llamamos crisis a esto, desde luego lleva muchos años en crisis, pero yo creo que a lo que llaman crisis es a la insuficiencia de un sistema sanitario a dar respuesta a la sociedad salvo que tengas dinero.

La sociedad está enferma de problemas de salud que requieren de una gran inversión en políticas de salud pública, esos problemas de salud se benefician claramente de la prevención y promoción de la salud. Problemas como la obesidad, las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y otras son agradecidos a la puesta en marcha de políticas sanitarias basadas en la salud colectiva. Pero ¿cómo hacer esto en un sistema sanitario como el estadounidense? dónde millones de ciudadanos no tienen cobertura sanitaria, donde para poder tener una cobertura sanitaria digna cada familia debe gastarse por encima de los 500 dólares mensualmente. Y esta cifra se incrementa si se requieren prestaciones como los transplantes.

Hace unos días Obama decía en uno de sus mítines "Como muchos americanos, vi a mi madre pelearse con su compañía mientras estaba en la cama muriendo de cáncer; eso no debería ocurrir". Es tremendamente trágico que un país que se pone de ejemplo de desarrollo las coberturas sanitarias son tan bajas.

El problema es que una revolución para hacer un sistema sanitario con cobertura universal se me antoja complicado, ya que las compañías sanitarias ya han encontrado su "mercado" y no creo que estén dispuestas a bajarse. La reforma será complicada, pero al menos debe intentarse.

Queridos blogueros el sistema sanitario americano es el ejemplo de haber privatizado absolutamente todo y los resultados deletereos que tiene para la atención sanitaria que proporcione justicia social y la salud pública. Las marcha atrás en estos sistemas sanitarios son difíciles, sólo funciona algo parecido a la beneficiencia que tuvimos en este país hace muchos años.

Por todo eso, mis deseos de reforma para ese país y mi rechazo a la privatización, la privatización no tiene marcha atrás y si la tiene es traumática.

José María Vergeles Blanca

Médico de Familia

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