viernes, 10 de octubre de 2008

La amenaza de la privatización de la Sanidad


Se nos intenta vender la privatización de los servicios públicos como un camino necesario e inexorable hacia la búsqueda de la eficiencia en la gestión de los mismos. Y me revelo contra ello, la privatización de servicios públicos tan esenciales como lo son la educación o la sanidad han llevado a una verdadera pérdida de la eficiencia, pero además la supuesta mejora en la gestión se debe a una selección perversa y falsa de los potenciales usuarios de esos servicios. Por ésto último es por lo que los servicios privatizados son más económicos. Hay ejemplos de como los primeros intentos de privatización de una parte de la Sanidad en España a través de los modelos de Fundaciones Sanitarias llevaron a que los centros privatizados seleccionaban muy bien a los pacientes que atendían, derivando a otros centros públicos los pacientes con casos complejos y quedándose los más sencillos.
Me revelo además cuando se habla del copago, cuando se hablan de modelos de gestión como los PFIs, los PPPs y otras invenciones que no llevan más que a privatizar gestión de centros sanitarios y ponerlos en manos que miran por una concesión de varios millones hecha a empresas y no por considerar la sanidad como un DERECHO del ciudadano.
Estamos en riesgo, primero lo estuvimos cuando durante un época el INSALUD en España apostó por las Fundaciones Sanitarias con resultados a la larga no muy aceptables. La regulación de estas se realizó a través de las Leyes de acompañamiento de los Presupuestos Generales del Estado, impresionante e impresentable técnica jurídica.
Pero ahora determinadas Comunidades Autónomas de España está apostando por "nuevas fórmulas de gestión" de centros sobretodo hospitalarios, que de nuevas no tienen nada, que ya han mostrado su fracaso en países de nuestro entorno como el Reino Unido entre otros. Y que consisten en una concesión de obra pública a una empresa o unión de ellas y que se encargan durante el tiempo que dura la concesión (30 años v.g.) de "gestionar" los centros en cuestión.
Pero además con el agravante que las empresas no tienen porque entender de Sanidad, es decir pueden ser contructoras (todo mi respeto hacia ellas, pero "zapatero a tus zapatos").
Estos modelos llevan a un camino inexorable a la privatización que provoca mucho riesgo ante un Sistema Nacional de Salud como el español que tiene muchas virtudes que las pierde con estas apuestas.
Nos queda probar y eso si son "nuevas fórmulas de gestión" la aplicación de técnicas de verdadera economía social a la sanidad, eso proporcionaría una gestión basada en criterios matriciales de gestión de organizaciones sanitarias que velarían por el interés de proporcionar el derecho que es la Sanidad.
Mi rechazo a las fórmulas de privatización, creo en la Sanidad como derecho, no como servicio exclusivamente.

José María Vergeles Blanca
Médico de Familia

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