martes, 28 de octubre de 2008

Terapias avanzadas: corazón artificial



Si ayer reflexionamos sobre las terapias avanzadas y hablábamos de la bioingeniería y de la nanotecnología aplicada a las Ciencias de la Salud, hoy vamos a conocer un avance que verá la luz a medio plazo y que vendrá a convertirse en una solución en determinados pacientes.


Por diferentes enfermedades, de las cuales las más frecuentes son las enfermedades cardiovasculares como los Infartos Agudos de Miocardios masivos, el corazón deja de cumplir con su función de proporcionar sangre al organismo. Esta pérdida de función es lo que se conoce como Insuficiencia Cardiaca. Si bien muchas situaciones de insuficiencia cardiaca se puede aliviar con la utilización de medicamentos entre otras medidas, en las situaciones más graves la insuficiencia cardiaca no puede solucionarse salvo con un transplante de corazón.


La frecuencia de las enfermedades cardiovasculares junto con un aumento de la supervivencia de la población lleva asociado a un incremento de las indicaciones del transplante de corazón. Para que se produzca ese transplante con criterios de calidad es necesario que haya donantes.


Sin embargo, las medidas de seguridad vial han permitido un llamativo descenso de las cifras de accidentes de tráfico con víctimas mortales, con lo cual han disminuido las donaciones sobretodo en población más joven.


Esto conlleva a que en materia de transplante se esté avanzando en donantes vivos, pero eso como es obvio no sirve para la donación del corazón. Por lo que deben invertirse esfuerzos en desarrollar modelos de corazón artificiales fabricados con diferentes materiales que permitan una duración tras la implantación de años, con el menos rechazo posible. El corazón bombea sangre que tiene la característica de coagularse, la sangre se coagula más en contacto con determinados materiales. Por tanto, el material del que se fabrique el corazón artificial debe permitir que la sangre no se coagule.


Por último, los avances en corazones artificiales, no han permitido desarrollar corazones artificiales que se adapten a las necesidades del organismo. Así el corazón ante esfuerzos físicos y emocionales deben bombear más sangre y a más ritmo para llegar a cubrir todas las necesidades de sangre de los diferentes músculos y órganos del cuerpo.


Pues bien se ha diseñado un corazón artificial fabricado con materiales orgánicos, eso permite que la sangre no se coagule, con un sistema de sensores de necesidades de sangre que permite al corazón artificial adaptarse a lo que necesite el organismo y que dure al menos 5 años.


Son buenas noticias. Pero el corazón de momento está investigado en modelos animales, falta la experimentación en humanos. Pero ya sin duda supone un gran avance y esperanza para estos pacientes.


José María Vergeles Blanca


Médico de Familia

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