martes, 30 de septiembre de 2008

Luces y sombras de la Vacuna del Papiloma Humano

Hace unos meses asistíamos en España a una auténtica controversia sobre la inclusión de la Vacuna contra el Papiloma Humano. Hemos asistido a opiniones a favor, basadas en los resultados incuestionables de la literatura científica, frente a aquellas opiniones, también científicas, que en nuestro país existen duda en la extrapolación de esos resultados debido a nuestra excelente situación epidemiológica de la infección por el virus y el desarrollo de cáncer posterior.

Pero hay que tener en cuenta lo siguiente: España es un país privilegiado con respecto a la mortalidad por cáncer de cuello uterino, todo ello debido a nuestros programas de prevención y detección precoz a las que de forma sistemática se someten a la población femenina. Esto ha hecho que nuestra mortalidad sea de las más bajas del mundo, esto hace dudar de la eficacia de la vacuna. Otro de los argumentos esgrimidos es que una vez incorporada la vacuna al calendario vacunal, esta situación genere un descuido en los controles ginecológicos periódicos que tanto beneficios nos ha generado. Una vez incorporada la vacuna tengamos una "falsa" sensación de seguridad y "bajemos la guardia" en cuanto a programas de prevención y promoción de la salud.

Pero creo que este tema se entiende mejor si lo estructuramos en forma de preguntas y respuestas.

¿Qué son los virus del Papiloma Humano?

Son una gran familia de virus (más de 120) que a grandes rasgos infectan a los humanos y se contagian casi exclusivamente por vía sexual. La mayoría de estos virus provocan infecciones y en eso queda la cosa, pero determinados tipos de estos virus están relacionados con la aparición de lesiones que con el paso del tiempo se convierten en cáncer que afectan de forma preferente al cuello del útero, pero tambien a la vagina, vulva, ano y pene. En los recien nacidos de madres infectadas y no controladas pueden aparecer lesiones en las vías respiratorias altas.

Pero de todos los virus que forman esta familia los serotipos 6, 11, 16 y 18 son a los que hay que prestarle especial atención por el riesgo en provocar lesiones y posteriormente que estas evolucionen a cáncer en las localizaciones señaladas. Sin embargo, hasta 15 de estos virus pueden ser considerados de alto riesgo para generar cáncer.


¿Cúal es la población a riesgo?


Existe mucha diferencia en la frecuencia de infección entre los diferentes países. Podemos decir que la mayoría de los estudios indican que el 3% de las mujeres españolas de entre 30-35 años están infectadas. Pero estar infectadas no quiere decir que tengan cáncer. Sin embargo, hemos de tener en cuenta que la frecuencia depende de las conductas sexuales, siendo más probable la infección cuanta mayor promiscuidad sexual o menos la edad de inicio de relaciones sexuales.

¿Cómo se diagnostica la infección?


La infección se diagnostica en las revisiones ginecológicas que se realizan a la mujer sana, que incluyen de forma sistemática una revisión del cuello uterino y una citología, donde se tiñe la muestra obtenida. Esta técnica nos muestra si existen lesiones o no y analizada la muestra obtenida si hay infección y el grado de las lesiones si las hay.

Sin lugar a duda este método de cribado es el método más importante para la prevención de la aparición del cáncer de cuello uterino y desde luego la mortalidad por esta causa. Esto es lo que se hace en España y en países con un modelo de salud pública desarrollado, esta situación es completamente diferente en países como Estados Unidos de América donde hasta 47 millones de personas no acceden a esta prevención ni a otras medidas de salud pública.


¿Cómo se previene la infección?


Desde luego la mejor forma de prevención es una adecuada educación sexual con hábitos saludables y la utilización de métodos anticonceptivos de barrera (preservativo) es una de las formas importantes. Por otro lado en la prevención secundaria se encuentra la revisión periódica ginecológica a la que ya he hecho referencia.

Recientemente ha aparecido la vacuna del Virus del Papiloma Humano que tiene una eficacia probada en estudios clínicos.


¿Qué hemos de saber de la vacuna?


La vacuna no infecta, ya que no está hecha con virus. Es efectiva en mujeres en edades anteriores a que hayan comenzado a tener relaciones sexuales por eso la edad de vacunación se recomienda que sea entre los 9-14 años de edad. Es cuestionable la eficacia de ponerla en varones y de hecho no se recomienda en base a los estudios realizados. También se cuestiona la eficacia en mujeres que ya han comenzado a tener relaciones sexuales, sin embargo, hay autores que opinan que las vacunas en esta población previene la presencia de infecciones por dos tipos de virus que pueden potenciar el riesgo de lesiones malignas, sin embargo no está recomendada.

Las dosis que se recomiendan son tres, con una separación entre las dos primeras de dos meses y de cuatro entre la seguna y tercera dosis.

No obstante debemos seguir las recomendaciones del calendario vacunal de nuestra Comunidad Autónoma.


Es probable que sigamos con controversias en esta materia, pero lo que está claro son dos cuestiones de mucha importancia, que cuando una parte de la población se vacuna es preferible instaurarla en el calendario vacunal ya que el riesgo que se seleccionen determinados tipos de virus no está estudiado, y lo más importante NUNCA DEBEMOS ABANDONAR LAS MEDIDAS DE PREVENCIÓN SEÑALADAS POR TENER PUESTA LA VACUNA.


José María Vergeles Blanca
Médico de Familia

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