domingo, 2 de noviembre de 2008

Ser médico de atención primaria necesita de mucha vocación




¿Hay una especialidad médica más social que la de médico de familia? Desde mi punto de vista creo que no, podríamos decir que en sentido estricto toda la medicina está relacionada con las ciencias sociales y es tan cierto que no se puede desmentir. Podría decirse que la Psiquiatría tiene un gran componente social y también es verdad, indiscutible.


Pero la medicina de familia "vive" en la sociedad. Un médico de atención primaria de salud "vive" codo con codo su lucha por la salud en un contexto social concreto, pero además lo vive durante una larga etapa de su vida profesional y madura o envejece con su paciente.


Un médico de familia necesita empaparse del sistema de valores, de creencias, de la cultura de donde ejerce más que ningún otro especialista, ya que de lo contrario será difícil que encuentre las respuestas adecuadas a muchos de los problemas de salud.


El autor del libro que lleva por título "La Consulta Interior" define al médico de familia como aquél que solamente sabe tres diagnósticos: (i) hay mucho de esto ultimamente, (ii) lo tuvo y lo ha vuelto a coger y (iii) si no mejora venga la semana que viene. Esta definición puede enojar a más de un médico de familia, pero lo cierto es que si reflexionamos sobre ella, nos daremos cuenta que está poniéndo el énfasis en la importancia del trabajo del médico de familia. Es el médico que en lugar de darle importante a la etiqueta diagnóstica de la enfermedad que tiene su paciente, le da más importancia al proceso de atención que tiene que proporcionarle y trabajar codo con codo con su paciente.


Los médicos de familia no somos "mini-internistas", ni "mini-dermatólogos", ni "mini-psiquiatras"... no somos nada de eso, somos los especialistas de atender a una población con un nivel de salud determinado para conseguir que tengan un buen nivel de salud, poniendo nuestro esfuerzo en la prevención y la promoción de la salud, en la promoción de la autonomía en defintiva. Pero también conociendo las enfermedades para saber dar respuesta y darlas en el contexto de lo social, lo cultural y lo espiritual de la sociedad donde trabajamos.


Y en contraposición con esto, en las Facultades de Medicina no se enseña nada que se le parezca. Brillantes profesores universitarios con superespecialidades desentrañan las enseñanzas de enfermedades y síntomas raros, mientras más raros mejor y que de todos los estudiantes sólo algunos lo verán alguna vez en su ejercicio profesional. No se pueden pedir vocaciones de Médicos de Familia cuando nuestros estudiantes cuando terminan el Grado de Medicina van "engañados" de lo que es la medicina en general y la Atención Primaria de Salud en particular. Por cierto, en la Atención Primaria de Salud es donde ejercerán la mayoría.


Así, medicina de familia se elige entre las especialidades del final cuando se aprueba el MIR en España.


Un dato más en España fabricó algunas vocaciones una serie que se titulaba "Médico de Familia" o los abnegados médicos de pueblo que hemos conocido, frente a las vocaciones que de médicos de familia ha fabricado la Universidad.


Toca una reflexión profunda sobre las enseñanzas de medicina, ahora que tenemos la escusa de la Adaptación al Espacio Europeo de Enseñanza Superior, hagamos lo que siempre debimos hacer, que la Universidad española esté conectada con la sociedad a través de la enseñanza de la medicina más social, la medicina de familia. Luego seguro que vendrán las vocaciones.


José María Vergeles Blanca


Médico de Familia


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