miércoles, 12 de noviembre de 2008

Copago sanitario, una medida hacia la injusticia social


Vivimos en un país maravilloso para muchas cosas, pero entre ellas se encuentra nuestro Sistema Nacional de Salud. Un Sistema Nacional de Salud que se inspira en unos principios que llevan a la justicia social, vivimos como vivimos en el nivel de vida por la seguridad que tenemos que nuestro sistema sanitario va a responder ante contingencias sanitarias que puedan ocurrirnos.

Es decir, tener el Sistema Nacional de Salud que tenemos, es una enorme fuente de riqueza y de justicia social. Pensemos, y nos daremos cuenta que tenemos un Sistema Nacional de Salud donde pagamos en función de la renta y lo utilizamos y recibimos en función de las necesidades de salud que tengamos.

Es cierto que esto no es ilimitado, que los recursos sanitarios son limitados ante una demanda de asistencia que por muchas razones se va convirtiendo en ilimitada. Ante esta amenaza o riesgo, no faltan voces que recomiendan la implantación del copago sanitario. Copago es aportar una cuantía económica al utilizar el sistema sanitario. Los que lo defienden se basan en el efecto disuasorio de la malautilización del sistema sanitario.

Pero lo cierto y verdad es que el copago no ha demostrado ventajas en este sentido. Y a mi siempre se me viene la historia de un amigo médico, que hace algunos años gestionaba un sistema de igualas médicas que a través de una cuota los igualados tenían determinados servicios sanitarios, entre los que se encontraban que una enfermera iba a las casas a poner los inyectables. Como la demanda de inyectables se disparó, decidieron en la empresa cobrar por cada inyectable 50 pesetas de entonces, además de la cuota económica de la iguala. Esta medida lejos de disuadir el número de personas que solicitaban que se les fuera a poner las inyecciones del tratamiento prescrito, generó mayor nivel de exigencia por parte de quienes los pagaban. Al final llegaron a la decisión de suspender ese servicio de la cartera de la empresa que tenía la iguala.

Es definitivo comprobar como esta medida del copago puede disuadir a los pacientes con niveles de renta bajo y hacer más exigentes sin medida a los que tienen mayor poder adquisitivo.

Es cierto que es necesario cuidar el Sistema Nacional de Salud tal y como lo tenemos en este momento, para ello debe existir una concienciación ciudadana para hacer un buen uso del Sistema Nacional de Salud. Concienciación que parta de la corresponsabilidad de toda la sociedad y animada por la Educación para la Salud.

Los gestores tienen márgenes de mejora de la eficiencia del Sistema Nacional de Salud, la gestión de los recursos humanos, la disminución de la variabilidad de la práctica clínica y tantas otras cosas que influyen.

No estaría mal reflexionar sobre algunos aspectos que entiendo desfasados, hace años las pensiones de las personas jubiladas eran muy mínimas. Hoy afortunadamente hay pensiones de jubilación que son superiores a algunos sueldos de las personas que están en activo. Sin embargo, la prestación farmacéutica no hace esta distinción en función del nivel de renta. Es algo sobre lo que hay que reflexionar y tomar decisiones para hacer un Sistema Nacional de Salud más eficiente y de mayor justicia social.

Hay muchas acciones antes de implantar el copago sanitario, cuidemos nuestro Sistema Nacional de Salud.

José María Vergeles Blanca

Médico de Familia

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