martes, 23 de diciembre de 2008

Se acaba el 2008, reflexionemos sobre la salud pública


Bueno, mañana celebraremos la festividad de nochebuena y pasado mañana la navidad. Pero ya entramos en una espiral donde el tiempo engulle los días uno tras otro hasta agotar el año 2008. Las fiestas nos embriagarán y embotarán de emociones, sensaciones y desmadres celebrando estas fechas.

Los medios de comunicación, pasado el filón que produce el día de la Loteria Nacional del 22 de diciembre, intentan completar sus diarios, noticiarios y demás con repasos del año que se nos escapa entre las manos. El año 2008 podemos hablar de un año jalonado por una crisis económica con dimensiones mundiales que amenaza con mermar las inversiones en sanidad en general y puede comprometer a las inversiones en salud pública en particular. ¡Lo primero es la asistencia! gritan los gestores desaforados ante una crisis económicas que comenzará a mostrar sus fauces en el año 2009.

Ante esta amenaza, la Organización Mundial de la Salud se ha permitido hacer un repaso más que interesante sobre los problemas de salud pública a nivel mundial. Lo hace en un intento de poner el énfasis en un esfuerzo por mantener un sabio equilibro entre la medicina más asistencial y la salud pública. Una sin la otra, al igual que la otra sin la una están perdidas y hacen los sistemas sanitarios insostenibles desde todos los puntos de vista.

Un año 2008 que se nos va donde nos han acompañado nuevamente los problemas de saneamientos, problemas de seguridad alimentaria y los efectos sanitarios de los desastres, las catástrofes y el cambio climático.

El panorama 2008 la Organización Mundial de la Salud lo abre con una crítica constructiva de la Atención Primaria de Salud, llamando la atención para dotarla de equidad y de desarrollo. Prosigue con describir los efectos sobre la salud que tiene el cambio climático, ese cambio en el que los más firmes representantes de la derecha más recalcitrante se niegan a reconocer. Se han producido catástrofes naturales que han dado al traste con poblaciones en materia de salud, todos recordamos las crisis humanitarias que nos han acompañado. Pero son las inequidades sociales y las injusticias las que están provocando también muertes, una llamada de atención a los Gobiernos de los países a trabajar en la búsqueda de valores universales en la sanidad y en la salud. El consumo de tabaco, como la gran epidemia y los problemas y las amenazas de la seguridad alimentaria han ocupado también lugares destacados en este año viejo 2008. La brecha asistencial se ha producido en la atención a los problemas de salud mental, merece la pena tener una nueva mirada, más fresca para ver estos problemas y ponerle tratamiento. Y aunque es cierto que las enfermedades crónicas no transmisibles, es decir, las no infecciosas tienen una tendencia creciente impresionante, la tuberculosis nuevamente nos ha sorprendido con un resurgir.

Estos y no otros son los problemas de salud pública a los que prestar la atención en un mundo globalizado, marcado por el "cibercondrismo" término que utiliza el Dr. de la Gándara para referirse al lugar marcado que ocupa internet en la información sobre salud que tienen los ciudadanos.

José María Vergeles Blanca

Médico de Familia

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